El Perro Garbuglia

 

Un té de Arándanos

Mañana de miércoles en el viejo bar. Pasó la pandemia y el aislamiento. De a poco volvemos a la rutina. Paso especialmente para charlar un rato con la gente querida del grupo. Hablando de grupo, tenemos como todos imaginarán uno de WhatsApp, en el que se habla fundamentalmente de futbol. Claro, desde hace un tiempo a Central le está yendo peor que a Alberto en el gobierno por lo que pasamos a temas banales como selección de piropos, adecuados e inadecuados. Jodeme! Pero les juro que es tal cual se los cuento. El querido Carlitos B parece que está en rebelión con el otro Carlitos, el del pueblo y se quedó mudo, salvo cuando juega el gran Boquita, donde aparece al primer atisbo de derrota. Cuando hago mención al tema del cambio de rumbo del grupo me contesta que está perdido en la borrasca rosarina. Suponemos que se refiere al humo que no deja ver nada en la ciudad en los últimos días, al punto que George se perdió en algún laberinto desconocido y todavía está convenciendo a la esposa que se extravió a causa del humo que no lo dejaba encontrar la casa y que hacía varios días que daba vueltas a la manzana y no la pudo reconocer, a la casa obvio. Difícil de creer, considerando que hacía 3 noches que no volvía a dormir.

El hecho es que, volviendo al principio, llego al bar. Estaba Manolo, impecable y bien perfumado como de costumbre, a tal punto que le acaban de dar un premio al mejor aroma de perfume mezclado con humo de la zona. El vasco, que parece querer reaparecer. Fue famoso el hecho de que se guardó 2 años por la pandemia, incluyendo laburo y toda vida social. Se vacunó y un día salió. A las 36 hs tenía un hisopado positivo, a lo que Gabriel el psiquiátrico del bar mantenido por George que cree que es Dios en la tierra y lo va a recompensar en el mas allá por ayudarlo, dijo que no valía la pena aislarse tanto y que el vasco debería estar bastante cagado para que le pase algo como eso. Sabias palabras, los chicos y los borrachos siempre tienen la razón. Me siento y pido el desayuno. Llega George, todavía caliente porque un valija, gayina conspicua le dijo un par de días antes que Milei había dicho que la oposición era mas fría que la cancha de independiente! El tipo es muy tranquilo y raramente se cabrea, pero el Ricardo E Bochini no se toca, por lo que se calentó y lo cruzó mal. No está todavía el parte médico, pero se estima fractura expuesta de tibia y peroné. La gayina no volvió hasta el día de hoy, está consiguiendo un clavo placa para su gamba. En fin…

Se fue sumando gente, Quique y Caco, como les dice Cachi a Enrique y Raul, apareció el Guille. Muy preocupado porque llevó su auto de alta gama al agente oficial para hacer el service de los 90.000km!!!! Por las pastillas de freno le pasaron un presupuesto que equivalía a un dos ambientes en el macro centro, por lo cual estaba dudando de lo que iba a ser. No me animé a decirle que me parecía que lo estaban cagando. Me acordé que mi vieja decía siempre que comedido nunca sale bien, asi que hice silencio. Estaba el Polaco, canaya caracterizado, que gozaba de nuestro respeto por su origen, hasta que un día le preguntamos el apellido. ¡Vos podés creer que nos mira y nos dice…González! Si, González, ¡el polaco González! Desde ese momento perdió un poco de nuestro respeto, aunque el cariño sigue intacto.

Entre bueyes perdidos Manolo menciona que fue a comer a Riomio el fin de semana. Uf, le digo. ¿Y no había cola? Si, claro me contesta. Tuve que esperar como 40 minutos. Comimos muy bien, dice. Lo conocías, le dije. Si, claro. ¡Pero solamente había ido de tarde a tomar un té de arándanos! La mesa estaba bulliciosa y alborotada. De pronto un silencio sepulcral y las caras de sorpresa que se vuelven hacia Manolo entre sorprendidas y acusadoras. Tímidamente primero y a viva voz después empezaron a preguntar…perdón, un té de arándanos dijiste? Estupor generalizado. Dijo, era a la tarde. Está bien, pero un integrante de esta mesa no pide un té de arándanos ni en Chuecas, por el famoso barrio gay de Madrid, o en Castro, su equivalente de San Francisco. El tipo empezó a intentar defenderse, pero estaba perdido. Encima tuvo la desconsideración de mencionar te de frutos rojos, como queriendo subir la apuesta. Cachi estaba compartiendo la mesa con nosotros, la presidía desde la cabecera. Creo que se ahogó con un pedazo de medialuna y empezó a toser. Lo salvamos con unos golpes en la espalda. Le dijimos que se quede tranquilo, que era una broma de Manolo, no sea cosa que le suba el azúcar y tenga que ir a ver a Salvador, su endocrinólogo, en carácter de urgencia. Ah, me parecía dijo cuando dejó de toser. Empezó una trifulca de dimensiones. Que un macho pide un café independientemente de la compañía, George dijo que una cerveza y ya empezaron a mencionar Vodka y Ginebra. Digamos que cualquier cosa, pero jamás un té de arándanos! Gabriel preguntó que era un arándano. Le dijimos que era algo para picar con una cerveza, onda maní, queso y arándano. No podíamos permitir que la imagen de Manolo se deteriorara aun mas. Para darle un aura de liviandad al asunto empezamos a hacer bromas para salir del difícil momento que estábamos atravesando. Como Manolo baila tango alguno dijo que cuando iba a bailar tarrrgo al final se tomaba un té de ararrrrdanos. Quique y Caco estaban consternados, Gonzalez, el polaco se cagaba de risa sin piedad, George se acordó de la gayina y de Milei, el Guille seguía sacando cuentas y parece que el precio era por pastilla, no por las 4, el vasco empezó a planificar la salida. Manolo seguía explicando lo inexplicable. Lo convencimos al Cachi para que nos prometiera que nunca jamás y bajo ningún concepto se permitiera servir en nuestro bar te de arándanos, frutos rojos o frutos del bosque, ni nada parecido. Máximo un varonil té negro, como mucho.

Yo me levanté para ir al baño, para lo que hay que atravesar el patio. Me detuve un momento y vi que debajo de una mesa estratégicamente ubicada en el centro y que tenía algunas plantas arriba, para disimular seguramente, ¡las baldosas estaban removidas y permitían vislumbrar lo que sin dudas era el ingreso al famoso túnel del cardiólogo! Me conmoví, seguí caminando, pero desde el agujero parcialmente tapado escuché un lamento lúgubre que me congeló los huesos. Lo que sigue es motivo de otra historia que los va a dejar patitiesos…

DB

AGOSTO 2022